Con ustedes, su majestad el Chile en Nogada
No sé ustedes, pero estos días han sido de mucho gozo por tener la gran oportunidad de probar la delicia poblana por excelencia, su majestad, el Chile en Nogada.
Me encanta ver cómo mis amigos y conocidos comparten en sus redes, los chiles que se comen, los chiles que preparan en familia y es que no es solo comer por comer, los chiles en nogada no solo es una comida, es un manjar y es un pretexto ideal para reunirnos con las tías y primos; mientras unos pican la fruta, otros pelan la nuez. Una vez que ya esté listo el relleno y la nogada, otros y los más valientes creo yo, desvenan los chiles, los tuestan y capean.

Pero, ¡Ojo! No cualquiera sabe capear, es un verdadero arte lograr que la yema del huevo no se baje, es un movimiento curioso y continúo que se requiere para lograr esa consistencia.
¡Y si, el chile en nogada es capeado! No solo por capricho, no solo porque se nos haya ocurrido, la historia lo respalda, el chile capeado representa la edificación y arquitectura barroca.
Es por ello que nos pican el orgullo de ver un chile no capeado o con invenciones contemporáneas principalmente de la ciudad de México.

El orgullo de ser poblano es defender su comida, por lo vasta y variada, por lo que ofrece la gastronomía de Puebla, porque el chile en nogada, es el perfecto equilibrio entre lo dulce y lo salado, porque toma lo mejor de la temporada en sus frutas para deleitar los paladares.
Porque es un ícono de una nueva nación, porque es historia, porque representa lo mejor del campo poblano, y porque su preparación es cansada, agotadora y hay que imprimirle gusto y pasión y no solo ser creativos e innovadores, echando a perder un platillo que representa una cultura, porque recordaremos que la cultura es toda aquella manifestación de un pueblo, y el chile en Nogada, es la manifestación de un pueblo mexicano, de un estado, de una región fértil y provechosa, de gente que le gusta convivir y que la familia lo es todo, tanto que se juntan para preparar este manjar y hacer felices a los que queremos.
Por eso seguiremos defendiendo lo nuestro, nuestro excelso chile en Nogada, seguiremos esperando ansiosamente la temporada y seguiremos presumiendo cuántos y cuál es el mejor, aunque el único y el mejor siempre será el de la receta familiar.
Y en cada bocado, reforzaremos está tradición que cada vez es más popular y más exigente en aquellos que sabemos el esfuerzo y dedicación para su preparación y por supuesto, recordando en nuestro paladar el orgullo de ser poblano.

¡Buen provecho!