Sonia Osorio nos describe el orgullo de ser poblano.
Cada estado de nuestro país se caracteriza por su gente, idiosincrasia, gastronomía y clima; en el caso de Puebla, por su gente dedicada, trabajadora, leal, comprometida, arraigada y por el orgullo de ser poblano
El poblano se exalta al hablar de su gastronomía, las fiestas y reuniones familiares se caracterizan por compartir y debatir cuál es el mejor antojito, dónde probar el mejor mole poblano, chalupas, o cemitas. Pero nada tiene punto de comparación cuando es la temporada de Chiles en Nogada, y presumimos la cantidad de chiles que llevamos, en qué restaurante está mejor o el precio del mismo.
Orgullo de ser poblano.
De igual manera, el poblano se llena de orgullo al presumir su catedral, sus iglesias, su arquitectura, su “Popocatépetl y su mujer dormida, la Iztaccíhuatl”, sus bellos atardeceres su bello zócalo y su palacio municipal.
Engalanarnos portando el traje de China Poblana, símbolo nacional y considerado traje típico y representativo mexicano; presumir nuestra catedral y afirmar que es más bonita que la de la ciudad de México, aprendernos desde pequeños muchas leyendas para explicar la vida en Puebla, es parte de lo que nos caracteriza como poblanos.
Esta ciudad es muy presumible, que no terminaría de enumerar su riqueza. Otra característica que la hace única y bella es el trazo perfecto y bien definido de las calles del centro histórico, que, según cuentan, Fray Julián Garcés, soñó ese trazo perfecto hecho por ángeles.
Pero considero que lo más característico de ser poblano es, cuando dices tu nombre y apellido, e inmediatamente te preguntan sobre si eres familia de fulanito o zutanita, o resulta en que estudiaron juntos, vivían en la misma colonia o sus papás crecieron juntos; de ahí el dicho que “Puebla es un pueblote” y que “Puebla es un pañuelo”, ya que todos se conocen, todos saben su origen, y a partir de ahí se entabla una relación más sólida que perdura muchos años, hasta los hijos o nietos.
El orgullo de ser poblano es muy complejo, no solo por la forma de ser del poblano, sino porque nos sentimos orgullosos de nuestra historia; de que aquí se haya gestado la Revolución Mexicana, que aquí se haya enfrentado y combatido a los franceses en 1862, el “ejército más poderoso de aquellos tiempos”, y levantarnos temprano, unos para ir a apartar sillas para presenciar el desfile, otros para disfrutarlo por televisión; pero en ambos casos, ver orgullosamente como desfila tu escuela, aquellos maestros y maestras que nos formaron y educaron.
Y de ahí ir en “bola” con tus amigos a la feria, y sin importar que las filas fueran interminables para los juegos o los pasillos estuvieran atestados, era toda una grata experiencia ir caminando hasta los fuertes y saber que habías hecho un buen papel desfilando, después de tantos meses de preparación.

El orgullo poblano es defender nuestra idiosincrasia y nuestra forma de ser ante tantos motes, es hinchar nuestro pecho y defender a nuestra ciudad, exaltando nuestras costumbres, tradiciones, presumir la vasta variedad de antojitos que en cada esquina podrás encontrar; es escuchar el Himno a Puebla, y enchinarnos la piel y saber que hay algo que nos une a cada poblano y poblano, que es saber que si salimos, siempre nos hemos de encontrar a alguien, que es un conocido, que es buen amigo, propio o de la familia; y si tienes hambre, unos tacos árabes o una cemitas, estarán disponibles.
El poblano siempre estará dispuesto a innovar, pero conservando la magia y belleza de la ciudad, en especial de su centro histórico.
Y a días de celebrar, los 490 años de la fundación de Puebla, el poblano sentirá nuevamente esa necesidad de regresar a su origen, cuidar y procurar a su ciudad, para sentirse seguro y orgullo, de ser totalmente poblano.

2 comentarios
Excelentes publicaciones, saludos desde Monterrey Nuevo León
Excelente publicacione, me hace recordar lo mucho que extraño tan bella ciudad, saludos desde Monterrey Nuevo León